¿Cómo puedo saber?

Las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación
por la fe que es en Cristo Jesús (2 Timoteo 3:15)

Jesús nos habla de dos caminos, un camino ancho que lleva a la destrucción y un camino estrecho que lleva a la vida. "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” (Mateo 7:13, 14) ¿Cómo puedo saber cuál camino lleva al Cielo y así evitar el otro?

El Evangelio es el verdadero camino a la vida pues es el mensaje de Dios a la humanidad. Las personas se han inventado varias religiones pero todas ellas son falsas. La Biblia nos advierte que “el mundo mediante su propia sabiduría no conoció a Dios” (1 Corintios 1:21).

El mensaje de Dios ha sido dado en la Biblia. Esta fue escrita por hombres escogidos que fueron guiados por el Espíritu Santo. Podemos confiar en la Biblia porque esta es el libro de Dios. También podemos tener confianza de que esta es una guía segura al Cielo. Las Sagradas Escrituras “te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (1 Timoteo 3:15).

Pero, ¿qué de la tradición de la iglesia? Jesús nos advirtió contra la tradición de los hombres:

“Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; los cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban. Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas.” (Marcos 7:1-13).

El acusó a los judíos de “invalidar la palabra de Dios con su tradición.” Ellos deberían haber permanecido fieles a la Biblia. De igual manera, la tradición de la iglesia ha cambiado la clara enseñanza de la Biblia. Por ejemplo, la iglesia recomienda el uso de estatuas e imágenes pero el Segundo Mandamiento prohibe el hacer imágenes y postrarse ante ellas:

“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” (Exodo 20:4-6).

Pero, ¿qué de los maestros de religión? Debemos escucharles mientras enseñen fielmente la Biblia. Debemos ser como los de Berea “éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” (Hechos 17:11).

¿Qué de mi opinión y sabiduría personal? Debes buscar fervientemente el camino de Dios no el tuyo propio. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia” (Proverbios 3:5).

La Biblia es la única guía segura al Cielo. La persona que aprende, cree y obedece su mensaje puede decir “lámpara es a mis pies Tu palabra, y lumbrera a mi camino.” (Salmo 119:105).

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