Un Mediador Porque hay un solo
Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Puesto que Dios es santo y nosotros pecadores, es imposible acercarnos a El nosotros solos. Necesitamos un mediador que nos limpie de pecado y nos presente ante Dios. El mediador es Jesucristo: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos," (1 Timoteo 2:5, 6). Unicamente El es el mediador porque El solo derramó Su sangre para asegurar para Su pueblo la libertad de la esclavitud del pecado.Tristemente, la tradición ha oscurecido la clara enseñanza de la Biblia. No queriendo confiar en la Palabra de Dios, las personas se han inventado otros "mediadores." María, la madre del Señor María es altamente favorecida entre las mujeres porque ella fue escogida para ser la madre de nuestro Señor con respecto a la carne, y los Cristianos correctamente le llaman "bendita" por ese especial privilegio. Sin embargo, María no es el Salvador ni el Mediador. La iglesia Católica enseña que María fue concebida sin pecado, y que por su sufrimiento ella contribuyó a nuestra salvación, que ella ascendió al Cielo y fue constituida nuestra mediadora. Ella también es llamada "nuestra vida" y "la puerta del Cielo." Nada de esto es enseñado en la Biblia. Al contrario la Palabra de Dios enseña que Jesús fue concebido sin pecado, que El murió por nuestros pecados, ascendió al Cielo y que El es el único mediador. El solo es nuestra vida y la puerta del Cielo. Por lo tanto debemos poner nuestros ojos en Jesucristo. María dijo "Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. (Lucas 1:46, 47), María desea magnificar al Señor y no tomar de Su gloria para sí misma. Además ella claramente nos enseña a mirar a Dios por la salvación y no a ella misma o a algún otro. Dios es "mi salvador" confiesa ella. Debemos invocar el nombre de Jesús y no el nombre de María, porque el apóstol Pedro dice del Señor Jesús, "y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4:12). El sacerdote católico Había líderes en la iglesia del Nuevo Testamento, llamados pastores, ancianos y obispos. Pero ellos jamás son llamados sacerdotes, y esto por buena razón. Los sacerdotes del Antiguo Testamento fueron reemplazados por Jesucristo, quien es llamado el "sumo sacerdote de nuestra profesión" (Hebreos 3:1). Los sacerdotes del Antiguo Testamento eran pecadores, ofrecían sólo la sangre de animales, y entraban sólo al Templo hecho por manos humanas. Jesús es mucho mejor porque El es sin pecado, ofreció Su propia sangre y entró al Cielo mismo. "Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo." (Hebreos 7:26, 27). ¿Qué necesidad hay de un sacerdote Católico Romano para ofrecer sacrificios por el pecado si uno tiene a Jesucristo? "por lo cual El puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos." (Hebreos 7:25). ¿Quiere usted conocer el camino al Cielo? El Señor Jesús nos da la respuesta directa: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." (Juan 14:6). Ven al Padre, a través de Jesucristo, el único Mediador. |